BLOG
Probablemente, los antibióticos sean uno de los mejores inventos del mundo. Desde su descubrimiento, han sido capaces de curar y hasta casi erradicar enfermedades que, de otro modo, eran mortales. Es por lo que, en Vitae queremos dedicarles un artículo para hablar de cómo funcionan, efectos secundarios y mecanismos de resistencia bacteriana a los antibióticos. Los antibióticos, entonces, son medicamentos que se utilizan para tratar una gran variedad de infecciones o enfermedades causadas por bacterias.
Escrito por
Vitae Health
Publicado el
20 septiembre 2024
Los antibióticos actúan uniéndose al punto “diana” de una bacteria y bloqueando sus procesos vitales. Así, las bacterias mueren o no pueden multiplicarse. De esta manera, el sistema inmunitario natural del organismo puede combatir la infección con más facilidad.
Existen distintos tipos de antibióticos. Cada uno de ellos tiene un componente activo que actúa contra una o más bacterias determinadas.
Aquellos que afectan a una amplia gama de bacterias se denominan antibióticos de amplio espectro. Como ejemplos encontramos amoxicilina o levofloxacina.
Los antibióticos que solo afectan a unos pocos tipos de bacterias se denominan antibióticos de espectro reducido, como la penicilina.
Los médicos eligen un antibiótico en función de las bacterias que suelen causar una determinada infección.
En ocasiones, el médico puede recetar un antibiótico de amplio espectro al principio. Esto le permite combatir la infección mientras realiza una prueba de laboratorio. Al saber qué bacteria es la responsable, receta un antibiótico de espectro reducido que combate esa bacteria específica.
Como todos los medicamentos, los antibióticos pueden tener efectos secundarios. Por supuesto, cuando son necesarios, los beneficios son superiores a los efectos secundarios. No obstante, al tomarlos de forma indebida, se puede causar un gran daño.
De todas maneras, los efectos secundarios por la toma correcta de un antibiótico son poco frecuentes. Entre los más comunes podemos encontrar dolencias gastrointestinales (como diarrea, náuseas y/o vómitos) o la aparición de candidiasis oral o vaginal.
La candidiasis ocurre cuando los antibióticos matan a las bacterias saludables de la mucosa, favoreciendo las infecciones por hongos. En estos casos, los antimicóticos son un remedio eficaz.
Existen otros efectos secundarios menos frecuentes, pero más graves.
Por un lado, el paciente puede desarrollar una reacción alérgica hacia algún tipo de antibiótico.
Por otra parte, el uso de antibióticos puede causar un desequilibrio de la flora intestinal. Esto ocasiona que mueran las bacterias buenas y proliferen las infecciosas. Esta afección es grave y requiere tratamiento urgente, ya que esas bacterias mostraron resistencia al primer antibiótico.
La resistencia a antibióticos, como ya habíamos mencionado, es un problema realmente preocupante. Es la causa de que muchas enfermedades se vuelven intratables y potencialmente mortales. A continuación, indagaremos un poco más sobre este tema.
La resistencia a antibióticos se produce cuando las bacterias se fortalecen para protegerse de la acción de estos medicamentos.
Se vuelven resistentes cuando sus genes mutan tras entrar en contacto con un antibiótico. Estos cambios permiten a las bacterias sobrevivir o “resistir” al antibiótico. De ese modo, éste ya no es lo suficientemente fuerte para actuar sobre las bacterias.
Por desgracia, las bacterias también pueden desarrollar resistencia a antibióticos a través del contacto con otras bacterias. Aquellas más resistentes pueden transmitir sus genes a otras. Así, se forma una nueva “cepa” de la bacteria que no puede ser inactivada tan fácilmente. Se la conoce como “súper bacteria”.
Este problema es extremadamente preocupante. A medida que una bacteria gana resistencia, hay cada vez menos antibióticos que pueden eliminarla. Esto puede ocasionar que algunas infecciones sean casi imposibles de curar.
Según un estudio realizado por Daza Pérez R.M, jefe de Sección del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Clínica Puerta de Hierro, las bacterias tienen tres tipos de resistencia: natural o intrínseca, adquirida y transmisible.
La resistencia adquirida es la más importante a nivel clínico, puesto que plantea la pregunta, ¿Qué mecanismos de resistencia desarrollan las bacterias? Estos se pueden clasificar en tres tipos:
Es importante mencionar que una misma bacteria puede desarrollar múltiples mecanismos de resistencia. Al mismo tiempo, un antibiótico puede verse afectado por varios de estos mecanismos. A causa de esto, estudiar la resistencia a los antibióticos es un proceso realmente complicado.
La resistencia a antibióticos es preocupante, por supuesto, pero es una defensa natural de estos microorganismos.
Sin embargo, está demostrado que el uso indebido y excesivo de los antibióticos influye mucho en este problema. Los antibióticos pueden ser una herramienta muy poderosa. No obstante, muchas veces se recetan o se toman cuando no es necesario.
La mejor manera de ayudar a frenar la propagación de las súper bacterias es hacer uso inteligente de los antibióticos. Estas son algunas de las cosas que podemos hacer al respecto.